Esta vez sí vas a cumplir tus propósitos de Año Nuevo

 

 

Al principio de año es común que empecemos con toda la energía para cumplir nuestras metas: bajar de peso, ahorrar más, hacer más ejercicio, comer mejor, viajar, y un largo etcétera. El comienzo de un año generalmente genera la idea de “borrón y cuenta nueva”, tanto que en los primeros meses la gente realmente se siente comprometida por sus deseos que fueron representados por 12 uvas. 

 

Entre los propósitos de año nuevo más comunes se encuentran:

 

  •  Bajar de peso
  • Comer más sano
  • Hacer ejercicio
  • Se más disciplinado
  • Ahorrar
  • Leer más
  • Dejar un mal hábito o vicio

 

Al inicios del año, el compromiso y la autoconfianza están en su cúspide, tanto es así que, de acuerdo a datos de la Asociación Nacional de Salud, las suscripciones a gimnasios aumentan un 12% después de Año Nuevo y con más concurridos a partir de la segunda semana de enero. La gente no solo siente la emoción del año que comienza, sino la presión generada por el alto consumo de calorías que el periodo Guadalupe-Reyes representa. Sin embargo, al cabo de un par de meses, la emoción disminuye poco a poco hasta abandonar la meta. 

 

¿Por qué fracasamos en nuestros propósitos de año nuevo?

 

Alcanzar una meta requiere mucho trabajo y esfuerzo, así como un plan estricto de pasos a seguir y fechas establecidas. La cena de Fin de Año suele ser un momento de alegría, en la que las personas no se ponen a pensar de manera crítica todo lo necesario para alcanzar dichos objetivos. 

 

Desafortunadamente, la emoción no es suficiente para cumplir los deseos de año nuevo. De acuerdo a datos de Forbes, sólo el 8% de las personas cumplen sus propósitos de Año Nuevo. Pero, si realmente estos deseos son tan importantes, ¿por qué terminan convirtiéndose en un círculo vicioso cada año?

 

¿Cómo planificar mis propósitos de Año Nuevo? 

 

Todo comienza en cómo nombremos a dicha resoluciones: deseos o propósitos. Un deseo implica la idea de que la situación se dé sin esfuerzo alguno, lo cual, todos sabemos que no es posible. Por otro lado, un propósito conlleva la necesidad de planificación y puesta en marcha de una serie de cambios a lo largo del tiempo. 

 

No basta con registrar el propósito o meta en la mente, sino que es preferible registrar en un cuaderno qué, cuándo y para qué vas a hacer lo que estableciste. Qué será necesario, cuánto dinero invertirán, cuánto tiempo te llevará y pequeño “check point” para revisar el avance de tus metas. 

 

Es importante que dividas tu gran meta en pequeñas partes y que seas lo más específico posible. Por ejemplo: “quiero bajar de peso”, ¿cuántos kilos?, “10 kilo”, ¿en cuanto tiempo?, “en seis meses”. De este modo, ya podrás comenzar una lista de acciones a llevar a cabo para lograr tu objetivo. 

 

  • Agendar cita con un nutriólogo
  • Seguir las recomendaciones de dieta 
  • Hacer 15 minutos de ejercicio diario durante el primer mes (que irá aumentando gradualmente)
  • Establecer la primera fecha de revisión: “para este día, debo pesar x cantidad de kilos”. 

 

Asimismo, puedes llevar un calendario o agenda donde registres todos tus avances, por más mínimo que te parezca y así, al final de año podrás ver una gran diferencia. 

 

Si a pesar de esto, notas que no has logrado un avance significativo para alcanzar tus propósitos, detente a pensar: ¿es este objetivo realmente importante para mí? Es probable que la respuesta sea no, y que te hayas impuesto una meta que realmente responde a los intereses de alguien más o que simplemente ya no forma parte de tus anhelos actuales. Si este es el caso, déjala ir y enfócate en lo que realmente quieres llegar. 

 

Al final de año, nadie vendrá a revisar que realmente hayas cumplido lo que dijiste. Además, procura no tomarte no tomarte tan en serio el número de uvas, ya que si te propones 12 grandes metas, seguramente te verás perdido en poco tiempo. 

 

Lo más recomendable es que detectes 3 compromisos con distintas áreas de tu vida como: salud, trabajo y crecimiento personal: bajar de peso, conseguir un mejor trabajo y mejorar mis habilidades en un idioma. A la par, puedes complementar esos propósitos con deseos, en decir, pensamientos positivos que realmente no están bajo tu control, pero, a la par, estar consciente de que debes hacer lo tuyo para contribuir a una mejora: “que la pandemia termine”, “que mi familia esté bien”, “conocer al amor”, etc. 

 

En estas fiestas, lo más importante es saber distinguir lo que realmente necesitamos cambiar en nuestras vidas para mejorar, y no perder energía con proyectos que realmente nos mantendrán caminando en círculos. 

 

¡Feliz Año Nuevo para todos!

Carolina
Author: Carolina

Leave a Comment